Siempre.
Solos yo y la cafetera.
Y el reloj, que apagué a las seis,
y te dejé dormir.
Me molesta el eco de tus reproches y me voy.
El maletín y las corbatas y salgo a yugar.
Y a calmarme un rato de estas cosas.
Y a olvidar, y a no olvidar…
Si ha sido el gas, o la canilla, o alguna hornalla
o algún papel que me detuvo al caminar.
Llego a la esquina y no sé qué es, hago una lista en la cabeza: los bolsillos y el pañuelo,)
y está todo y algo falla. Paro en la puerta y ya sé…
Siempre dar, siempre dar… dos vueltas más de llave!
siempre, siempre, siempre, dar, dos vueltas más.
Salgo por la misma fila de baldosas
y cuento hasta diez
y vuelvo a sentir
que algo falta.
Entonces vuelvo a revisar en la cocina
o en el cuarto y te veo dormir.
Y creo que se me olvidaba un beso
un beso igual, a los de siempre.
(De Qué sois ahora? (1998) Pequeña Orquesta Reincidentes)
La Legión Silenciosa 
De lo mejor don Charlo. Grandes momentos de mi pasada juventud andan por esas canciones. Abrazo
«Siempre dar dos vueltas más», querido profesor… Saludos y Abrazo. LChenB.-
Recibimos en nuestro correo y publicamos: «Los últimos poemas que has metido en el boga me han encantado, el de juancito por supuesto, es como un rezo para mí. Pero también hay otros dos muy lindos; el de Bolaños me situó a mí mismo, quizá por ego, me recordó a mí en ese otro país, que soledad y corazón me ha dado, aquello que alguna vez escuché de alguien que cambia dentro de uno durante un viaje, y sentado en una bar, solo, uno lo puede ir viendo a través de los recuerdos, de los caprichos, de las ausencias, de la hermosa estadía en una semilúcida embriaguez. El de Santoro, me despertó esa agradable bronquitis contra la cacona de este, nuestro mundo.
Todo lo nuevo de Alfredo también divino, bravo por ese loquillón que está subiendo todas esas joyas al youtube. A Estrázulas, no lo tenía, conociendo al Pepe Corvina, nunca me había fijado de quién era. Y terrible la versión de barrio sur, por ese que has andado. Tengo acá, en méxico, la biografía que hizo Eduardo Erro, está muy piola, te acerca al monstruo, pero a veces casi que se queda corto, porque uno siempre quiere más… Te acordás que una vez te dije, con Alfredo me voy a cruzar un día en la calle… no me desprendo de esa ilusión. Abrazo sanguíneo. Jzzt