Archivo diario: May 2, 2011

Renunció Adobbati: luces y sombras de un proceso inconcluso.

«Hemos progresado. Difundir la verdad ya no cuesta ni sangre ni lágrimas. La tarea actual parecería simplificarse. Se trata de elegir aquellas zonas de la realidad no iluminadas u oscurecidas a sabiendas y de acuerdo a lo que el poder necesita tanto atacar como defender. La pregunta es: ¿iluminarlas para qué? ¿Para que las vea ese sujeto que llamamos opinión pública? En algunos casos, tal vez con eso alcance y conforme. Pero, sobre todo y fundamentalmente, (iluminar esas zonas de la realidad) para que puedan exponerse tal cual son y reconocerse entre sí y multiplicarse en su rica diversidad y generar diálogos que surgirán si se estimulan los debates sobre los ejes que esos propios movimientos dictan porque su realidad los impone». (Extraído de Mu, periódico de la Cooperativa de Trabajo Lavaca, Buenos Aires, marzo de 2011).

Esta larga introducción es un lujo que una publicación independiente como charloenboga puede darse. Ésta página, este sitio virtual, sin censura ni límites de espacio, no depende de pautas publicitarias. Tiene, claro está, una serie interminable de desventajas. Ejemplo de ello es la falta de una estructura que le permita funcionar diariamente. Su alcance, el espacio que ilumina con nuestra opinión, es limitado y bien lo sabemos aquellos que compartimos el espacio. ¿Alcanzamos la opinión pública?  A ciencia cierta, no podemos asegurarlo (aunque, en nuestro fuero interno, estamos tentados a responder negativamente). Sin embargo, partiendo de la investigación y la honestidad para informar, intentamos difundir nuestras verdades aunque el radio de nuestro haz de luz no ilumine demasiado.

Hechas las salvedades del caso, por supuesto que la cita escogida no es fruto de la casualidad. La metáfora sobre la verdad, la luz y la oscuridad, parecía pensada a propósito del vaciamiento de la Cooperativa de Electricidad «General Balcarce» Limitada y la renuncia de Rogelio Elías Adobbati al Departamento de Integración Social y Cultural de la entidad. Acontecimiento que merecía un mínimo comentario de nuestra parte por tratarse de un tema sobre el que nos habíamos interesado en su oportunidad y porque la salida de uno de los principales hacedores del actual descalabro financiero de la Cooperativa era el paso previo necesario al juicio oral que – dicho sea de paso – esperamos que se instrumente a la brevedad.

La dimisión de Rogelio Elías Adobbati es noticia vieja. Fue hecha pública a través del diario La Vanguardia, de Balcarce, en una nota aparecida el 16 de abril de este año 2011. En ella se reprodujo el texto de la renuncia presentado por el saliente funcionario al actual Presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa, Jorge Guzmán. Y, si bien la nota ocupa casi una página entera, el diario La Vanguardia reproduce – salvo detalles que, suponemos, facilitan la lectura del texto – las palabras escritas por el propio Adobbati. 

Reproducimos a continuación una de las partes más salientes del texto:  «Anticipándome (dice el señor Adobbati) a cualquier interpretación que pudiere merecer mi alejamiento de la eventual gestión  que prestara en este significativo sector de la entidad, ratifico que ello obedece a la necesidad de atender cuestiones personales (incluida mi salud), así como la reafirmación de respeto a mis propios principios y convicciones y finalmente por corresponder clara explicación en razón del tratamiento a mi cargo sobre patrimonios institucionales y no mantener ningún cargo ni responsabilidad en la conducción de la Cooperativa». Como el señor Adobbati nos tiene acostumbrados, sus escritos resultan un tanto difícil de entender . ¿Cuáles son, en efecto, las razones que producen el alejamiento del funcionario del Departamento de Integración Social y Cultural de la Cooperativa? Para quienes permenecen en las sombras, desguasemos este largo párrafo e iluminemos su sentido.

En primer lugar, digamos unas palabras acerca de ese «anticipándome» del comienzo. ¿A quién presenta la renuncia el señor Adobbati? ¿No se trata de una nota interna, dirigida al Presidente de la entidad? ¿No se trata del Jorge Guzmán que fuera compañero de tropelías del señor Adobbati? ¿Era necesario explicarle a su hombre de confianza que, despacho de por medio, podía malinterpretar el sentido de su renuncia? ¿O será que el señor Adobbati escribió el texto sabiendo de antemano que sería reproducido en el diario y, por ende, leído por toda la comunidad? Para que quede claro, el señor Adobbati no solo renuncia sino que se anticipa a explicarnos por qué motivos renuncia. Anticipándose entonces a las interpretaciones que, por ejemplo charloenboga pudiera hacer, él y sólo él va a decirnos qué lo llevó a renunciar… Aclarado el asunto, prosigamos con la lectura.

En segundo término, según reza el fragmento más transparente y claro, Adobbati renuncia por «cuestiones personales» entre las que se encontraría su «propia salud». Por lo general, aquí suelen terminar las notas de renuncia. Nadie mejor que el renunciante para determinar qué ocurre en su interior personalísimo. Suele alcanzar para justificar una salida inesperada y no dar mayores explicaciones. Pero distinto es el caso del señor Adobbati. Él quiere decirnos el motivo. 

En tercer lugar, agrega el ex-funcionario, renuncia por «respeto» a sí mismo, a sus «principios y convicciones». Hasta ahí el intríngulis es, dentro de  todo, aceptablemente legible.

Pero, de pronto, sus garabatos se vuelven un tanto confusos y desequilibrados: el señor Adobbati renuncia, dice, «por corresponder clara explicación en razón del tratamiento a mi cargo sobre patrimonios institucionales…» (¿?) Aclaremos un poco este desaguisado. El señor  Adobbati renuncia, dice, porque le «corresponde» dar una «explicación» «clara» sobre el «tratamiento» que hizo de los «patrimonios institucionales» de la Cooperativa. (Obsérvese que no hemos cambiado las palabras más significantes; pero nótese cómo el sentido de la afirmación se ha vuelto más cristalino y fácil de asimilar).  

Por último, entonces, el señor Adobbati decide «no mantener ningún cargo ni responsabilidad en la conducción» de la institución. Es decir que, finalmente, por las razones expuestas, renuncia.

Ahora bien, si los lectores de charloenboga no estuvieran al tanto del procesamiento de Rogelio Elías Adobbati y del contador público Gustavo Teruggi por el delito de «Defraudación por administración infiel en forma continuada», sin dudas no comprenderían a qué se refiere el diario La Vanguardia cuando informa sobre la renuncia del dirigente de la Cooperativa de Electricidad. Es decir, tenemos que el señor Adobbati dice renunciar «por corresponder clara explicación en razón del tratamiento a mi cargo sobre patrimonios institucionales», cuando debió haber dicho que renuncia porque está obligado por la causa judicial que se instruye en su contra a comparecer ante la justicia para explicar qué hizo con el dinero de los asociados de la Cooperativa y de los trabajadores que cumplen funciones en ella, y que sería poco ético continuar ejerciendo un cargo en la institución que, se presume, estafó.

Sobre el particular, el señor Adobbati puede utilizar una forma elíptica y confusa para decir lo mismo. Sin embargo, es al menos llamativo que el diario La Vanguardia haya optado por dejar en la sombra a la gran masa de confiados lectores. Es llamativo que el diario La Vanguardia, retomando la metáfora,  «oscurezca» datos de la realidad y aleccione sobre la tarea «importante en lo social y cultural» que realizó la Cooperativa a instancias del señor Adobbati. Que continúe enalteciendo la figura del señor Adobbati, reproduciendo su cháchara inconsistente, cuando se trata de un hombre procesado por haber defraudado la confianza que los socios cooperativistas depositaron en él. Sospechado no  solo por aquellos que componemos el grupo de charloenboga, sino por la propia justicia que, desde hace casi siete años investiga a este hombre y al contador Gustavo Teruggi por haber defraudado, administrando de manera infiel y en forma continuada, a la institución. Hechos implícitamente reconocidos por el mismo Adobbati entre las causas que produjeron su renuncia y que el diario La Vanguardia decidió recortar, en uno de sus destacados.  

Lo cierto es que la salida del señor Adobbati de la Presidencia del Consejo de Administración, en primer lugar, se debió a que el procesamiento por los delitos que se le imputan había quedado firme. La posterior ‘invención’ del Departamento de Integración Social y Cultural fue la estrategia implementada para quitarle visibilidad en un momento de duros cuestionamientos. La prueba está en que el señor Adobbati volvió a los diarios cuando, momentáneamente, el Juzgado de Garantías Nº1 de Mar del Plata, a cargo del juez Daniel Alejandro De Marco, dictó su sobreseimiento. Otra vez pudo retornar el señor Adobbati, como en las viejas épocas, a sus frases vacías y a su declamada ética inconsecuente. Sin embargo, el duro revés que recibiera en la Sala 1 de la Cámara de Garantías, a principios de este año, convenció a las autoridades de la institución del daño que significa para su credibilidad pública la continuidad en funciones del señor Adobbati.  

Muchos de nuestros compañeros, debemos aclarar, no son balcarceños. Y la extrañeza – para no decir la vergüenza ajena que nos confesamos al leer las barbaridades reproducidas -, no merecerían más que risas y a otro tema si no fuera por el hecho de haber estado el señor Adobbati – como señala la nota – «12 o 13 años» al frente de una institución tan importante para Balcarce, y por la seriedad de las acusaciones que pesan en su contra. El patetismo de este hombre lo lleva a hablar de ‘altruismo’, «cristiana comprensión» y a citar al mismísimo San Agustín, sin siquiera sonrojarse, para rellenar el texto de su renuncia. Y todo ello para hacer el panegírico de sus propias iniciativas. Porque se alaba a sí mismo cuando dice que una Asamblea Extraordinaria legalizó el uso de fondos – que no le pertenecían, que pertenecían a los cooperativistas que pagan sus facturas – para ser destinados a ayuda social. Pues bien señor Adobbati y, por extensión, distinguidos delegados que votaron en Asamblea: ¿acaso usted está diciéndonos que justifica con la ayuda social que prestó la Cooperativa – con el dinero de los asociados – la regresión patrimonial que experimentó la entidad? ¿Pretende el señor Adobbati que la ayuda social prestada por la entidad, con el dinero de sus socios, justifique el uso de su cuenta personal para administrar fondos de la Cooperativa?  ¿Que la ayuda social justifique la retención y gasto indebido de fondos públicos? ¿O la toma de costosísimos créditos financieros a nombre de la entidad que, además de endeudarla salvajemente y comprometer su existencia, beneficiaban a las sociedades de su antiguo hombre de confianza, el Contador Público Nacional Gustavo Teruggi? Desde charloenboga, al menos, decimos: NO. No, señor. Bajo ninguna circunstancia haremos la vista gorda y los responsables del vaciamiento de la institución deben comparecer ante la justicia para explicar «claramente» las maniobras ilícitas que realizaron.

En otro orden de cosas, esperamos que la renuncia del señor Rogelio Elías Adobbati a todo cargo de responsabilidad dentro de la Cooperativa de Electricidad «General Balcarce» Limitada subsane una de las injusticias señaladas oportunamente por la abogada de los particulares damnificados, doctora Romina Alberghini. Se trata del presunto delito de «prevaricato» implícito en el caso que analizamos y sobre el cual la justicia, extrañamente, no ha hecho lugar. Como explicara uno de nuestros compañeros, profesional de la abogacía, se trata de una figura que es parte del ABC del Derecho. Aplicado al caso que estamos tratando, como dijimos, se ha procesado al señor Adobbati por el delito de «Defraudación por administración infiel en forma continuada». La defraudada es la Cooperativa de Electricidad «General Balcarce» Limitada. Sin embargo, es la misma entidad defraudada quien paga los abogados que defienden al señor Adobbati, es decir, al defraudador. Los representantes legales, por lo tanto y valga la redundancia, representan tanto a la víctima como al victimario. Esta figura está contemplada en el Código Penal y es un delito. Se lo llama ‘prevaricato’. Terminada toda relación contractual entre Adobbati y la Cooperativa de Electricidad, no existen razones, suponemos, para que la Cooperativa continúe sufragando los gastos judiciales del denunciado. Por como han sucedido las cosas hasta aquí, sin embargo, dudamos de que así sea… 

Esperamos que los lectores de charloenboga disculpen la extensión excesiva de ésta nota. Deseamos haber cumplido, al menos en parte, el mandato que nos impusiéramos al comenzarla: exponer zonas oscurecidas o silenciadas de la realidad balcarceña tal como son para que se reconozcan y multipliquen entre sí, para generar los diálogos que surgen si se estimulan los debates asociados a ellas. Para terminar, citaremos una frase del propio Rogelio Elías Adobbati al diario La Vanguardia en la edición del 19/12/2010, cuando comentaba la noticia de su momentáneo sobreseimiento: «No se trata de cubrirnos, sino de decir la verdad y vivir con la verdad». ¿La verdad? Si ésta es la verdad, honesta y sinceramente, charloenboga se disculpa por disputar el sentido de «verdades» a medias, «verdades» que han sido retaceadas con el fin de defraudar la buena fe de inocentes desprevenidos.

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Bin Laden muerto en Pakistán.

Según informan los canales de noticias, Osama Bin Laden, líder de la organización Al Qaeda, fue muerto esta noche en Pakistán. Resulta cuando menos extraño observar las imágenes de ese puñado enfervorizado de norteamericanos que saltan, bailan y agitan sus banderas ante la noticia. Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, habló al mundo y dijo: «»Esta noche, estoy en condiciones de anunciar a los estadounidenses y al mundo que Estados Unidos lideró una operación que mató a Osama Bin Laden, el líder de Al Qaeda, un terrorista responsable del asesinato de miles de hombres, mujeres y niños inocentes». Un grupo de militares norteamericanos, supuestamente, habrían llevado a cabo la acción.  «Luego de un tiroteo, ellos mataron a Osama Bin Laden y tomaron su cuerpo en custodia… Se ha hecho justicia», afirmó Obama. (No sé por qué la mención a la posesión del cadáver, en una extraña asociación, hizo que recordara la mutilación que sufriera el cuerpo del Che Guevara luego de su fusilamiento en La Higuera, Bolivia). Poco después, las imágenes en directo muestran el fuego en la mansión donde se habría ultimado a Bin Laden. Las especulaciones apresuradas de los periodistas hablan ya de una segura releección del presidente norteamericano. En las transmisiones se habla de «Rabia» y «Justicia» en forma repetida y se justifica el «fervor nacionalista» que invade a los norteamericanos con el recuerdo del atentado a las Torres Gemelas del 11 Septiembre.  No es extraño que Obama enfatice el hecho de que los vengadores hayan sido norteamericanos. El mundo entero, los noticiosos del mundo, están tratando la noticia.

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